martes, 12 de diciembre de 2006

Fanfics: Star Wars--> "El Espejo del Tiempo 1"

La Rebelión continuaba su lucha contra el Imperio. Habían pasado seis meses desde el ataque en Hoth, y del enfrentamiento entre Luke y Darth Vader en la Ciudad de las Nubes de Bespin. Han Solo estaba aún en poder de Jabba el Hutt, y sus amigos planeaban cómo rescatarlo.

Después su última misión relacionada con el rescate del Capitán Solo, la joven jedi Ramly Arem ocupó su tiempo en estudiar antiguos escritos Jedi, de los pocos que se conservaban aún. En uno de los pergaminos se hablaba de un lugar secreto -ubicado en el sistema Adega-, en el que los jedis pasaban una de las pruebas más duras en el aprendizaje de la Fuerza. Pero el pergamino estaba incompleto, y los datos de la ubicación exacta -y de qué se trataba la prueba- estaban perdidos.

Ramly decidió viajar hasta Adega. Para eso, pidió permiso al Almirante Ackbar, quien dio su aprobación luego de consultarlo con el Comandante Skywalker. Poco antes de la partida, Luke llamó aparte a la joven.

-Ramly, espero que esta misión sea totalmente exitosa, pues nos ayudaría para revivir la orden de los Caballeros Jedi en la Galaxia. Sé que en la Fuerza es poderosa en ti, pero también sé que aún estás en las primeras etapas del camino. Observa, analiza, siente la Fuerza, pues ella te guiará a la hora de las dudas. Recuerda, el futuro es movimiento, pero todo tiene un por qué.
-Gracias por los consejos, Comandante Skywalker -respondió ella, con sumo respeto-. Desde que atacaron mi aldea en Kamus no he vuelto a ver a mi maestro, y siento que su falta me ha llenado de dudas con respecto a la Fuerza y cómo ser un Jedi. Tendré presente tus palabras y espero regresar con algo que nos ayude a aprender algo más de la Fuerza.
-Que la Fuerza esté contigo, Ramly. -Que la Fuerza esté contigo, también, Comandante. -Sólo llámame Luke, después de todo, pertenecemos al mismo lado -Ramly asintió con una sonrisa-. Cuídate.

Ramly viajó a bordo de una nave de transporte que suministraba pertrechos a la Base Rebelde, de forma clandestina, claro está. Pasó por las aduanas sin problemas, gracias a los arreglos realizados por el Comandante Skywalker. Después de diez días de viaje, Ramly logró llegar al sistema Adega, a bordo de una nave personal proporcionada por la Rebelión.

Orbitó durante un par horas el planeta Ossus, mientras se conectaba con la Fuerza, dejándose llevar por ella. Finalmente, las coordenadas parecieron surgir desde el fondo de su ser. Siguió sus instintos, que la llevaron hacia el hemisferio norte del planeta. Allí, en una meseta, descendió.

Aseguró su nave, más por costumbre que por precaución, porque sintió el poder del Lado de la Luz. A su alrededor, Ramly percibió la paz que desde hacía tiempo andaba buscando, la paz que su maestro describió como el momento exacto en que un jedi estaba en armonía con la Fuerza, en el que puede tomar las decisiones más importantes sólo apelando a su ser. Cerró los ojos y se dejó llevar.

Los animales a su alrededor guardaron silencio, la brisa dejó de mover las hojas y las ramas de los árboles, convirtiéndose todos en uno con la Fuerza. Ella avanzó sin titubeos, hasta llegar frente a una pared de piedra.Ramly vio ante ella roca sólida, pero percibió algo oculto. Se concentró y miró con los ojos de la Fuerza, tal como Luke le había enseñado, cuando juntos debieron encontrar a un grupo Rebelde atrapado en el pantanoso planeta Bentshish. Vio una entrada en forma de arco, sin puerta. Avanzó sin miedo, entrando en un oscuro túnel.

La frescura del lugar crispó los cabellos de su nuca, erizándole también toda la piel. Al principio creyó sentir la amenaza del Lado Oscuro, pero al armonizarse con la Fuerza, la tranquilidad volvió a su corazón. Buscó algún artefacto en las paredes que diera luz al lugar, pero pronto desistió de la idea, porque el túnel demostraba ser tan antiguo e imperturbable, que dudó que alguna vez otros seres hubiesen estado allí. Sacó una pequeñísima linterna de su cinturón.

Gracias a la luz, descubrió inscripciones grabadas en la roca, imposibles de descifrar. Continuó caminando, dejándose guiar por la Fuerza, cuyo llamado sentía más y más fuerte. Así llegó a una gran estancia, que se iluminó a su llegada. Apagó su linterna y casi sin darse cuenta, llegó al centro del lugar, maravillada por lo que se presentaba ante sus ojos.

A su alrededor, una veintena de espejos la rodeaban. Cuando buscó la salida, se dio cuenta que había entrado por uno de los espejos, los que ahora reflejaban su imagen. Pensó que esa era la primera parte de la prueba, e intentó controlar el miedo y la preocupación que se encendieron en su corazón. Se sentó a meditar, pero a los pocos segundos percibió el poder de la Fuerza que brotaba desde bajo sus pies. Abrió los ojos, estaba rodeada por una fuerte luz. Sus cabellos y ropa flotaban. Sintió una leve perturbación en la Fuerza. Elevó sus ojos y vio otro espejo, tan grande como el que estaba bajo ella. Cientos de rayos de luz la atravesaron, se sintió mareada, cayó en la semiinconciencia. Luchó por mantenerse alerta, pero sus sentidos se adormecieron.

-¡Maestro! Creo que aún está viva -escuchó junto a ella la voz de un niño. Aún no podía moverse-. Tiene un sable de luz.
-Es jedi, como nosotros, Anakin. ¿Puedes percibir la Fuerza en ella?
-Sí, maestro -respondió el niño.
-Ahora la ayudaré a recuperarse -Ramly sintió calor reconfortante que recorrió su cuerpo. Despertó totalmente, estaba llena de energía. Vio junto a ella a un hombre joven, de ojos azules, voz suave pero a la vez llena de fuerza, cabellos castaño claro y, junto a él, a un niño también de cabellos claros y una delgadísima trenza que colgaba sobre su hombro derecho. El joven le sonrió -bien, dama desconocida, bienvenida al mundo.
-Gracias por ayudarme -respondió ella, al tiempo que observaba detenidamente al joven y al niño. Éste último estaba muy serio, pero pronto le regaló una sonrisa. Ramly percibió el gran poder que poseían.
-Bien, joven jedi, debes estar muy cansada, necesitas recuperarte. Te llevaremos a un lugar seguro -Ramly dio un respingo al oír la palabra "jedi" de forma tan relajada.
-¿Dónde estamos? -preguntó con voz temblorosa. ¿Cómo había llegado hasta allí? ¿Dónde estaban los espejos?
-En las afueras de Mos Espa, en el planeta Tatooine. ¿Sucede algo malo con tu memoria?
-Creo, creo que sí -respondió Ramly, bajando la voz, perturbada.
-Lo mejor es que vengas con nosotros. Vamos rumbo a Naboo, nuestra nave partirá a media tarde, así que aún es tiempo de comer algo -ella lo miró agradecida. Estaba conmovida por la mirada del joven, quien se levantó y tendió su mano para ayudarla. Ella aceptó, y una extraña sensación recorrió sus dedos. Eso la hizo sonreír.

Anakin había observado todo en silencio. Recordó la primera vez que vio a Padmé, y descubrió algo especial que la joven frente a él poseía. Recogió la linterna que Ramly había dejado caer al levantarse, y se la presentó. Ramly sonrió y le dio las gracias. Anakin la tomó de la mano.

-¿Cómo te llamas? -ambos jóvenes lo miraron sorprendidos. Ese pequeño detalle no se le había escapado al niño. Ramly asintió.
-Soy Ramly Arem.
-Yo, Anakin, mucho gusto en conocerte.
-Y yo soy Obi-Wan Kenobi. Anakin es mi discípulo -al escuchar el nombre del joven, Ramly se estremeció. Conocía ese nombre, pero no recordaba con qué se relacionaba. Sabía que era algo importante, pero no estaba segura. Cuando descansara, meditaría el asunto. Así siguió al maestro jedi a través de las calles de Mos Espa.

"Todo esto es muy extraño. La luz en los espejos, de alguna forma me han hecho viajar hasta este planeta, pero no reconozco el nombre de la ciudad. Sé que en Tatooine está Mos Eisley, pero Mos Espa... no entiendo, ahora si Obi-Wan...", sus pensamientos la golpearon de pronto. Luke le había comentado acerca de su maestro jedi, Obi-Wan Kenobi, con quien partió desde Tatooine hacia Alderaan, antes de la destrucción de la Estrella de la Muerte. "No puede ser", se dijo asustada, "si él es el maestro de Luke, entonces yo estoy, los espejos... ¡me enviaron al pasado!". Tembló. El joven maestro jedi la miró preocupado.

-¿Sucede algo malo? -él tomó su mano.
-No me siento bien -la cabeza le daba vueltas, su vista se nubló, sus oídos dejaron de percibir los sonidos, y ni siquiera sintió las manos de Obi-Wan que la sostuvieron antes de caer al suelo.

Ramly estaba frente al Comandante Skywalker. Se disculpaba por su fracaso en la misión, y lamentaba informar que sólo había encontrado una cueva llena de espejos. Luke la miraba sin decir palabra, sin gestos que delataran sus pensamientos. "Lo único extraño", concluyó Ramly, "fue que vi al maestro Obi-Wan Kenobi, o al menos creo que era él, supongo que fue un sueño". "¿Un sueño?", respondió Luke, "la realidad muchas veces puede parecer un sueño, sin embargo, sólo podemos saber qué es verdad, cuando nuestro corazón nos lo dice". Ella lo miró extrañada y replicó, "entonces, ¿tal vez no fue un sueño?". Por segunda vez sintió el calor reconfortante a través de su cuerpo. Abrió los ojos y vio al joven llamado Obi-Wan. Recordó las palabras de Luke, y pensó que su mente tal vez le estaba jugando una mala pasada, pero esto se contraponía a la sensación que todo era real. Luego, sus pensamientos la llevaron a la cueva en el planeta Ossus. "Los espejos son una puerta al pasado. Si esto es verdad, podré desarrollar mis poderes jedi", esto la tranquilizó un poco. Estar lejos un tiempo de la guerra entre la Alianza y el Imperio era una buena forma de descansar, pero el miedo a no poder regresar nunca más a su tiempo, la invadió. Se abrazó.

-Me parece que tu salud está bastante delicada, joven Ramly -sentenció Obi-Wan. Ella lo miró derrotada, él sonrió-. No debes desanimarte. ¿Puedes contarme cómo llegaste a Mos Espa? -la pregunta confundió a Ramly. ¿Cómo podría contarle su verdadera procedencia? ¿Él le creería?
-Mi maestro jedi murió hace poco, estaba buscando otros jedis para seguir con mi aprendizaje. No alcanzó a decirme dónde podría encontrarlos, así que me embarqué sin rumbo fijo -la joven pensó que su mentira no la creerían. Para su sorpresa, Obi-Wan no preguntó nada más.
-Entonces tu camino es hacia Coruscant. Puedo llevarte y presentarte ante el Consejo Jedi, pero antes debemos ir al planeta Naboo, Anakin y yo tenemos un compromiso pendiente allí -ella asintió-. Ahora traeré algo de comer -Ramly lo tomó del brazo.
-Iré contigo, no me gusta estar acostada como una enferma -él asintió. Ramly sintió que su destino iba por buen camino, y agradeció la oportunidad. Sin embargo, temía dar un mal paso, sospechaba que algo malo sucedería en un futuro próximo, y temía también por el casi imposible regreso a su tiempo. Pero ya habría tiempo para pensar. Ahora sólo debía conocer más acerca de ese tiempo y lugar.

Continuará...

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